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Es una de las frutas que, en este mes de junio, entra en su mejor temporada de recolección y de consumo (según el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino). El aguacate tiene, entre muchos, fama de engordar pero, en realidad, los ácidos grasos que posee son insaturados, por lo que, como el pescado azul y el aceite de oliva, nos ayudan a contrarrestar los efectos perniciosos de las grasas saturadas animales. Si quieres más información al respecto la puedes encontrar en este reportaje.
Además, el aguacate contiene dos vitaminas esenciales: la D, que regula la absorción de calcio y fósforo y ayuda a impedir la fragilidad de huesos y dientes y la E, potente antioxidante.
El origen de esta fruta, al que alude el título de este post, según la web www.nosotras.com, radica en el pueblo azteca, que la denominaba ahuacatl , que significa «testículo» y hacía alusión a su forma.
En La Playita el aguacate es una fruta habitual, ya que es uno de los ingredientes de nuestra ensalada de la casa, que lleva aproximadamente cuarenta años en la carta. En este blog publicamos su receta aunque, como decíamos entonces, el secreto están en un aliño que nuestra cocinera se niega a desvelar…